La lucha actual por la Vida del nasciturus es encarnizada... para el nasciturus. El resto -incluso los defendensores del derecho a vivir de los no natos- nos encontramos en una guerra social, moral y política. Política en el sentido más exacto de la palabra, es decir, una lucha por el Bien común acorralado por un sistema ideológico e institucional que pervierte las conciencias desde hace doscientos años.
Por esta razón, uno de los frentes en los que hay que dar la cara por los no natos es, precisamente, en esos ámbitos donde se juega la publicidad de principios y contra-principios. De ahí que sea una excelente noticia que Google haya tenido que permitir anuncios pro-vida en el Reino Unido. Es un pequeño, pero importante avance por no dejar en manos de los abortistas los escaparates mediáticos de esta sociedad, tan dependiente para creer en algo de su grado de difusión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario