miércoles, 12 de septiembre de 2012

La heroica Barcelona de 1714: Defensa de la España tradicional, frente al centralismo borbónico


 
Se hace saber a todos los catalanes y al resto de españoles, que la gesta de la Barcelona de 1714, lejos de ser una fecha secesionista, es un canto al amor a España, a sus raíces y a su historia, pues el pueblo catalán, más español que ninguno, entregó en esa fecha su sangre por defender la España tradicional.
Y qe sepa quien sintiéndose nacionalista español desprecia lo catalán, que él mismo es tan apátrida a España, como anti-catalán es aquel que asegurando amar lo catalán, reniega de su propia historia y de lo español.Pues no se puede entender a España sin Cataluña, ni puede un digno hijo de Cataluña renegar del sudor y de la sangre que tantos de sus antepasados derramaron por España.
Y como cristianos, recordad que no podemos ser nacionalistas. Y da lo mismo si nacionalistas por Madrid o si por Barcelona. Pero sí hemos de ser patriotas, y entonces da lo mismo si primero catalanes y luego españoles o viceversa, pues lo importante es amar a la Patria grande… y a la chica.
Estudiar y admirar nuestra obra común y la de nuestros antepasados, que es España. Renegar de los actuales políticos y politicastros del Sistema, todos chupópteros y arribistas, mentirosos, ideológicamente liberales y en verdad, esclavistas. Rebuscar en los ocultos vericuetos de nuestra historia común y encontrar en nuestras raíces, la fe y las tradiciones que nos unieron y que forjaron nuestro indomable carácter… nuestra historia común. Eso es ser español.
Españoles todos, de Barcelona y de cualquier rincón de España y de las Españas, pues también vosotros, hermanos de Hispanoamérica, admiraréis la gesta de aquellos catalanes que derramaron su sangre por defender frente al esnobismo francés, las libertades históricas de Cataluña y de todos los pueblos hispánicos.

 

Barcelona, septiembre de 1714   
Viéndose el fin de la Guerra de Sucesión, las tropas de Felipe V y las francesas enviadas por su abuelo el Rey francés, asedian Barcelona desde hace más de un año. Sí, han leído bien, Barcelona permanece sitiada desde el 25 de julio de 1713, hasta el 11 de septiembre de 1714…
La defensa de la ciudad de Barcelona, agotada y carente de suministros, tiene los días contados y la feroz resistencia de sus defensores está cediendo en varios puntos de la amurallada ciudad. Don Rafael de Casanova en representación de las autoridades civiles y D. Antonio de Villarroel por las militares, lanzan un último llamamiento a todos los habitantes de la Ciudad Condal para que acudan a las murallas, en la esperanza de realizar un último esfuerzo que les libre del amargo final. Se busca ganar un par de días para que las fuerzas aliadas y especialmente las inglesas (que habían prometido socorros), cumplan su palabra y ayuden a liberar la ciudad. Pero aunque los ciudadanos responderán, los socorros no acuden y Barcelona cae.
  

PREGÓ de D. Rafaél Casanova (original en catalán, más abajo traducido al español)

Ara, se fa saber á tots generalment, de part dels tres Excms. Comuns, pres lo parer dels Senyors de la Junta de Gobern, personas asociadas, nobles, ciutadans, y oficials de guerra, que separadament estan impedint lo internarse los enemichs en la ciutat; atès que la deplorable infelicitat de esta ciutat, en que avuy resideix la llibertat de tot lo Principat y de tota España, està exposada al ultim extrèm de subjectarse à una entera esclavitud. Notifican amonestan y exhortan, representant pares de la patria que se afligeixen de la desgracia irreparable que amenassa lo favor è injust encono de las, present los dits senyors Excms. y personas associadas, á 11 de Setembre, a las 3 de la tarde, de 1714.”armas gali-spanas, feta séria reflexió del estat en que los enemichs del Rey N.S., de nostra llibertad y patria, estant apostats ocupant totas las bretxas, cortaduras, baluarts del Portal Nou, Sta Clara, Llevant y Sta. Eularia.

Se fa saber, que si luego, inmediatament de ohit lo present pregó, tots los naturals, habitants y demés gents habils per las armas no se presentan en las plassas de Junqueras, Born y Plassa de Palacio, á fi de que unidament ab tots los Senyors que representan los Comuns, se poden retxassar los enemichs, fent lo ultim esfors, esperant que Deu misericordiós, millorará la sort.

Se fa també saber, que essent la esclavitud certa y forsosa, en obligació de sos empleos, explican declaran y protestan als presents, y donan testimoni als veniders de que han executat las últimas exhortacions y esforsos, protestant de tots los mals, ruinas y desolacions que sobrevinguen a nostra comuna y afligida patria, y extermini de tots los honors y privilegis, quedant esclaus ab los demès enganyats espanyols y tots en esclavitud del domini francés.

Pero com tot se confía, que tots com verdaders fills de la patria, amants de la llibertat, acudirán als llochs senyalats, a fi de derramar gloriosament sa sanch y vida, per son Rey, son honor, per la patria y per la llibertat de tota Espanya.

Y finalment los diu y fan à saber, que si despres de una hora de publicat lo pregó, no compareixen gent suficient per executar la ideada empresa, es forsós precis y necessari fer llamada y demanar capitulació als enemichs, antes de venir la nit, per no exposar á la mes lamentable ruina de la Ciutat, per no exposarla á un saco general profanació dels Sants Temples, y sacrifici de noys, donas y personas religiosas.

Y pera que à tots sia generalment notori, que ab veu alta, clara é intelligible sia publicat per tots los carrers de la present ciutat.

Donat en la casa de la Excma. Ciutat, residint en lo portal de S. Antoni, present los dits senyors Excms. y personas associadas, á 11 de Setembre, a las 3 de la tarde, de 1714. 





Traducción del pregón al español:

Ahora, se hace saber a todos en general, de parte de los tres Excelentísimos Comunes, tomado el parecer de los Señores de la Junta de Gobierno, personas asociadas, nobles, ciudadanos y Oficiales de guerra, que cada uno por sus medios están impidiendo la penetración de los enemigos en la ciudad, teniendo en cuenta que la deplorable infelicidad de esta ciudad en la que hoy reside la libertad de todo el Principado y de toda España está expuesta al último extremo de quedar sujeta a una completa esclavitud, notifican, amonestan y exhortan, como padres de la patria que se afligen por la desgracia irreparable que nos amenaza a causa de la suerte e injusto encono de las tropas franco-españolas, que, una vez hecha una seria reflexión sobre el estado en el que los enemigos del Rey N.S., de nuestra libertad y patria están ya apostados ocupando todas las brechas, cortaduras y baluartes del Portal Nuevo, Santa Clara, Levante y Santa Eulalia: 

Se hace saber que, inmediatamente después de haber sido escuchado este pregón, todos los naturales, habitantes y demás gentes hábiles para el uso de las armas se presenten en las plazas de Junqueras, Borne y del Palacio a fin de que unidos con todos los Señores que representan a los Comunes, se puedan rechazar a los enemigos haciendo el último esfuerzo, esperando que Dios misericordioso mejorará nuestra suerte. 

Se hace saber también que, siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligación de sus empleos, explican, declaran y manifiestan a los presentes y dan testimonio a los futuros, que han realizado los últimos exhortos y esfuerzos [posibles], protestando por todos los males, ruinas y desolaciones que sobrevengan a nuestra común y afligida patria y por el exterminio de todos los honores y privilegios [recibidos] quedando esclavos con los demás engañados españoles, y todos en esclavitud del dominio francés. 

Pero hay que confiar en que todos, como verdaderos hijos de la patria amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados a fin de con honor, derramar gloriosamente su sangre por su Reysu honor, por la patria y por la libertad de toda España

Y finalmente dicen y hacen saber que, si tras una hora de haber sido publicado este pregón, no comparece suficiente gente para llevar a cabo el propósito concebido, es forzoso, preciso y necesario hacer un llamamiento al enemigo y pedir capitulación antes de que se haga de noche para no exponer a la más lamentable ruina a la ciudad, para no exponerla a un saqueo general, la profanación de los santos Templos y al sacrificio de niños, mujeres y religiosos. 

Y para que sea conocido por todos, que en voz alta, clara e inteligible sea divulgado por todas las calles de esta ciudad. 

Dado en la Casa de la Excelentísima Ciudad residente en el portal de San Antonio, estando presentes los citados Excelentísimos señores y personas asociadas, a 11 de septiembre, a las 3 de la tarde, de 1714. 


En Cristo Rey
Asociación Cruz de San Andrés

jueves, 6 de septiembre de 2012

En respuesta a todos los nacionalismos (también al español)


Como católicos: Patriotas y tradicionalistas siempre, nacionalistas nunca
  A raíz de conocer la gesta de las hermanas Baleztena, es interesante recordar que amar a la Patria es un deber ineludible para un católico, pero solo se puede amar lo que se conoce. Por eso, por la desconocer o por conocer solo muy superficialmente la verdadera historia de España, difícilmente pueden muchos de nuestros jóvenes y aun muchos de nuestros mayores, amar a España profundamente.
Porque la Patria no es solamente un territorio en el que se ha nacido o pasado una gran parte de nuestra vida. La Patria es un vínculo espiritual que incluye a todos aquellos que han contribuido a forjarla en el pasado, en el presente  y aun en el futuro.  Y es además una misión y un destino, una empresa humana que, a través de la historia y del mejor legado de todos nuestros ancestros y coetáneos (que es a lo que llamamos TRADICIÓN), nos acerca a Dios a nosotros y a nuestros descendientes.
Importante por tanto saber diferenciar el patriotismo del sentimiento “nacionalista”, pues el nacionalismo es un concepto liberal y revolucionario (y por ende anticristiano), que se basa en dos pilares destructores de lo tradicional y de lo patrio, a cual más miserable e irreal:
Por un lado, Los nacionalismos se han iniciado siempre en entornos burgueses acomodados, en su búsqueda de un hábitat político que les permita alcanzar un mayor dominio sobre la población, mediante la consecución de un poder local con las menores ataduras posibles. Por ello, cualquier movimiento nacionalista fija siempre sus mayores esperanzas y esfuerzos en la constitución de un poder político más o menos independiente, según interese para su perpetuación en el tiempo, a las élites burguesas dominantes.
En segundo lugar y como estructura imaginaria que ayude a justificar “moralmente” el punto anterior, el nacionalismo tiende a fomentar la ruptura con el entorno más cercano mediante la mentira y el ocultamiento de todo aquello que, justamente por ser verdaderamente noble, forma parte de las raíces que nos unen al resto de la Patria. Es por ello que el nacionalismo fomenta la ruptura y lo mezquino, la exclusividad megalómana y racista de considerarse “superiores” al resto, por un autojustificado “derecho histórico”  que para nacer (de ahí también lo de “nación”), suele desfigurar la propia historia hasta hacerla monstruosamente irreconocible (un buen ejemplo de ello lo encontrarán ustedes en el libro de Don Javier Barraycoa, “Historias ocultas del nacionalismo catalán”). Por ejemplo: Un nacionalista catalán preferirá olvidarse y hasta negar la catalanidad de Agustina de Aragón, para que así se sigan ignorando los lazos que históricamente unen al pueblo catalán, con el resto de España.
 Pero a la Patria no solo se la ha de amar, también es obligado venerarla (pues es el legado de nuestros antepasados), servirla y protegerla como protegemos nuestra propia casa (bien común de todos los ciudadanos pasados, presentes y futuros) y por supuesto, tenerla en gran estima, por los inmensos vienes que nuestros ancestros en ella nos legaron.
La Patria para un cristiano es una gran familia, que nos une y nos hace comprensivos y más caritativos con todos aquellos que nos rodean. La Patria tiende a la universalidad, especialmente en España, pues traza vínculos históricos y de sangre indisolubles con multitud de pueblos en Europa, Ásia, África y por supuesto, América. España nos hace más católicos, porque además de su universalidad, nuestra historia confluye admirablemente y durante largos siglos, con los intereses espirituales de la de la Iglesia Universal.
Por todo ello es por lo que se nos hace tan ofensiva la mezquindad de nuestros actuales políticos, mercenarios de unos salarios desaforados que rapiñan mientras esquilman escandalosamente a las familias, el techo que da cobijo a nuestros hijos y aun el pan a los más pobres de entre nosotros.
Además, la Patria España, que compartimos con todos los pueblos hispánicos y por eso lo correcto es llamarla “Las Españas”, es especialmente hermosa por su catolicidad, fe a la que hemos sacrificado mil veces en nuestra historia, beneficios e intereses.
España ha rescatado, gracias a nuestra fe en Cristo, a multitud de pueblos de la barbarie, del canibalismo, de la opresión oscura del mal y del sometimiento absoluto al poder terrenal de aquellos que desconociendo a Cristo-Dios-Amor, se servían de las vidas de sus súbditos  para, en una orgía de sangre, alagar cualquiera de las mil caras tras las que se oculta el Príncipe del Mal. España a predicado y llevado a multitud de pueblos a Cristo-Dios-Amor, elevando a infinitas multitudes a la dignidad de pueblos hermanos, con iguales y aun mayores derechos de los que legalmente ostentaban sus conquistadores.
La monarquía católica española reconoció la humanidad de los indígenas americanos y por ello los trató como a súbditos, procuró su evangelización y los protegió, en la medida de lo humanamente posible, legislando en su favor (las Leyes de Indias) y jamás toleró su esclavitud. Una actitud muy diferente y con muy diferentes resultados, a la que mantuvieran especialmente los ingleses y los holandeses en el norte del continente americano.
Por último, recordar que sin duda Dios ha concedido a las Españas la gracia necesaria para que, como cualquier comunidad familiar, pueda cumplir con su noble y alto cometido histórico, siempre que sepamos pedirlas y recibirlas con fidelidad a Cristo. Nuestra falta de fe y de oración actuales, son la principal causa del actual estado de postración de nuestra Patria. Ahora bien, para salir del presente estado de postración, no es necesario esperar una vuelta mayoritaria de la sociedad española hacia Cristo, pues más que el número interesa la “calidad” de unos pocos.
Pero se necesita de la entrega desinteresada de esos pocos, capaces de mantener un esfuerzo continuado que levanten con fuerza la bandera de la España tradicional y Católica.

Efrén de Pablos
Presidente de Cruz de San Andrés