Esta es la crónica que un sacerdote catalán que se plantó ante la sede de la Generalitat para recordar a los gobernantes catalanes que tienen las manos manchadas de sangre.
Ayer, jueves, 20 de noviembre de 2008, hacia las tres de la tarde, mepresenté en la Plaza Sant Jaume de Barcelona (corazón neurálgico deCataluña, España), con unas 200 copias de la denuncia, en catalán, de losHorrores del Nacional Socialismo, en Cataluña<http://www.avortamentno.com/vida/denuncia/final_final.htm#?Denuncia de losHorrores del Nacional Socialismo Catalán> .Había avisado a algún medio de comunicación (prensa, radio y TV), unas doshoras antes, con la intención de leer el texto de la denuncia y despuéstirar pintura roja (el color de la sangre de las 60 criaturas abortadas cadadía en Cataluña) a la fachada del Palau de la Generalitat.Me encontré, pero, con que no había ningún medio de comunicación presente, ypor lo tanto no tenía ningún sentido leer nada, porque no había nadiedispuesto a escucharme.De manera que cogí el tarro de pintura roja (con un litro aproximadamente depintura) y arrojé la pintura con mucha fuerza contra la pared del Palau dela Generalitat (a la derecha de la entrada principal, mirando al Palau). Lapintura hizo un amplio arco dejando la fachada en un estado verdaderamentedeplorable y tétrico. Acto seguido tiré al aire las 200 hojas con el textode la denuncia<http://www.avortamentno.com/vida/denuncia/final_final.htm#?Denuncia de losHorrores del Nacional Socialismo Catalán> . Algunas personas presentesrápidamente cogieron una hoja para leer y enterar-se del porqué de aquellaacción tan fuerte por parte de un cura (iba vestido con el clergiman propiode los curas).Inmediatamente, los guardas en la puerta del Palau se me acercaron asustadosy muy sorprendidos por lo que estaban viendo. Yo levanté las manos, rojas dela pintura, y les dije que era un cura y que denunciaba los Horrores delNacional Socialismo Catalán: las 22.000 criaturas que son abortadas cada añoen Cataluña, 60 cada día, y el nuevo Estatuto que recoger el derecho de lospadres a matar a los hijos. Uno de ellos me dijo algo como: "Pero aquí nomatamos criaturas" (no recuerdo las palabras exactas).Me pidieron el DNI, me hicieron pasar dentro del Palau y me hicieron sentaren un banco al lado de uno de los coches oficiales que hay aparcados.Allí estuve sentado aproximadamente una hora durante la cual se me acercarondos policías de paisano para decirme que yo había cometido "un delito dedaño". A eso respondí: "Más daño le hacen a la criatura cuando ladescuartizan viva en el seno de su madre". También me dijeron (no recuerdolas palabras exactas): "Usted se va a venir cono nosotros y se va a quedardetenido". A eso los respondí: "Es lo que quiero. Que salga por losperiódicos que hay un sacerdote en la cárcel por denunciar los horrores delNacional Socialismo Catalán". Ellos me replicaron: "Esto no es lo que va asalir por los periódicos. Lo que saldrá es que un sacerdote ha tiradopintura a la fachada del Palacio de la Generalitat". Yo les repliqué: "Si,pero si leen la hoja que he tirado verán por que lo he hecho".Después, al cabo de un buen rato otro policía, con el uniforme del Palau dela Generalitat, me preguntó si la dirección del DNI era correcta. Le dijeque no, que yo vivía en una parroquia fuera de Barcelona y les di ladirección y el teléfono (me lo pidieron amablemente). Después el mismopolicía me preguntó si tenía un certificado de cura que mostrara queefectivamente lo era. Le dije que no, pero le mostré mi libro de plegarias,el breviario y mi rosario, que estuve rezando todo el rato, con la Coronillade la Divina Misericordia. También le dije que podía llamar al Obispado deSant Feliu de Llobregat que allí les asegurarían que yo era cura. Eso es loque hicieron, según me consta. Pero antes llamaron al Obispado de Barcelona,diciendo que había un sacerdote detenido en el Palau de la Generalitat porhaber cometido un delito de daños (en la fachada).Después de un buen rato de no decirme nada, un mosso d'esquadra me hizopasar a una sala anexa al patio de entrada y me explicó que normalmente yoquedaría detenido, pero que en atención a mi condición de cura, y al hechoque el delito era menor (no había hecho daño a nadie), me dejarían marcharmea casa. Pero antes tuve que firmar dos papeles: Información de derechos a lapersona imputada no detenida. Y el otro: Notificación de citación policial,para el día siguiente a las 10 de la mañana.Firmados estos dos papeles me dejaron marchar. Al salir del Palau me fijé enla fachada que estaban limpiando. Se podía apreciar todavía toda la manchade pintura roja que hacía un arco de unos 10 metros y manchaba de maneraespecialmente vistosa unas ventanas blancas.En el tren de retorno en la parroquia me llamaron los Mossos d'Esquadradiciéndome que no hacía falta que fuera al día siguiente a declarar, que yame llamarían para citarme para el juicio.Al verme en libertad, cuando lo que yo había buscado era la noticia delsacerdote detenido para poner en portada de los diarios los Horrores delNacional Socialismo en Cataluña, tuve la tentación de volver a hacer lo quehabía hecho, pero vencí esa tentación. Pensé que ya era bastante fuerte loque acababa de hacer. Un cura había arrojado pintura roja a la fachada delPalau de la Generalitat y había esparcido 200 copias de su denuncia de losHorrores del Nacional Socialismo Catalán,<http://www.avortamentno.com/vida/denuncia/final_final.htm#?Denuncia de losHorrores del Nacional Socialismo Catalán> por la Plaza de Sant Jaume,corazón de Cataluña.En estos momentos, por lo tanto, estoy a la espera del Juicio.Uno de los textos que leí en mi breviario, mientras estaba retenido en elPalau de la Generalitat, fue este, de la Liturgia de ayer: "¿Si Dios está afavor nuestro, quien estará en contra? (Rm 8,31) Y también este fragmentodel salmo 17(18): "Quién es Dios fuera del Señor? ¿Qué roca hay fuera denuestro Dios? Es Él quien me ha armado de valentía... Me arma de Valentíapara el combate..."Hermanos y hermanas en Cristo, el Dios de la Vida está con los defensores dela Vida!!Me encomiendo a vuestras oraciones.Mn. Joan Manuel Serra
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