Excelente noticia que nos llega de República Dominicana. El parlamento decide blindar el derecho a la Vida desde la concepción hasta la muerte en la propia constitución del país. Compárese este logro con lo que preconizan en España las organizaciones liberales afines al Partido Popular. Se pueden esquematizar las diferencias del siguiente modo:
- En España los mencionados lobbys apelan a la Constitución del 78 para rechazar el aborto, cuando la constitución que padecemos los españoles lo más que dice es: "todos tienen derecho a la vida". Frase ambigüa, por no decir ridícula, que no garantiza nada. En cambio, el nuevo artículo de la Constitución dominicana establece: "El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte". Más claro imposible.
- En España las asociaciones de perfil liberal plantean como solución al genocidio del aborto dar ayudas a las mujeres con problemas. No explican como se ayudará a aquellos no nacidos cuyas madres estén empeñadas en abortar con o sin ayudas, ni como ayudar a las mujeres que quieran acudir a un abortorio no por problemas económicos, sino afectivos o familiares... En España, los grupos liberales falsean descaradamente las estadísticas al afirmar que por las ayudas materiales un 80% de mujeres atendidas que tenían la idea de abortar cambian de opinión. Falso. Cualquiera que haya participado en esas asociaciones sabe que en esa estadística se incluyen las ayudas prestadas a mujeres que sí querían tener a sus hijos. Convencer a una madre de que no aborte cuando lo tiene decidido no es, ni mucho menos, tan fácil como soltar ayuda material. Implica un esfuerzo mucho mayor y en muchas ocasiones el resultado acaba irremediablemente en aborto. Pero estos grupos no quieren ni oir hablar de penalizar el aborto. ¿Por qué? ¿Complejos? ¿Se trata de asumir la visión relativista de la sociedad actual? ¿Simple marketing?
- En esta iniciativa de la República Dominicana ha jugado un papel fundamental la Iglesia Católica. Ningún político ni activista se ha avergonzado de ello, al contrario que en España, donde los lobbys liberales presumen de aconfesionales y rechazan a las organizaciones confesionales en sus actos. El resultado es que en España se sacan muchos globitos a la calle por el derecho a vivir, pero el niño no nacido cada día está más desprotegido. En Rep. Dominicana, donde se ha luchado sin complejos, a pesar de las enormes presiones sufridas desde los Estados Unidos, se ha logrado proteger al no nato desde la propia Constitución.
Desgraciadamente, aquí es lo que hay. El imperio del relativismo afecta incluso a los que pretenden ir contra esta peste.
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